martes, 13 de septiembre de 2011

SE NECESITAN HOMBRES Y MUJERES DE FUEGO

Jesús dijo muy claro: "Yo he venido a traer fuego a la tierra" Por eso, cuantos quieran ser y vivir con El, asumen, con humildad y decisión, que ese Fuego de Jesús es para cada uno de ellos. El fuego, todos lo sabemos quema, limpia y purifica, calienta e ilumina. Cuanto más crece Jesús en nosotros, más Fuego hay dentro de nosotros. La vida cristiana es vida de Amor y al amor lo pintan como fuego. Todos y cada uno de los santos - y han sido una multitud incontable - han pasado por este mundo como hombres y mujeres que han tomado tan en serio el Amor que irradiaban fuego en sus palabras y comportamiento. Ellos eran como nosotros: de carne y hueso, con tentaciones y dificultades, con caídas y levantamientos, con días luminosos y jornadas oscuras, viviendo un ambiente hostil como nosotros. Pero, conociendo que ellos eran frágiles y débiles, se cobijaron bajo el Espíritu Santo y llenos de su Amor, pudieron arder por dentro y así trasmitir fuego por fuera. Este logro no fue de un día para otro. Tuvieron que orar mucho y ejercitarse continuamente en el taller de Jesús: a base de humildad y penitencia.
Ellos, como el profeta Jeremías, decían con la boca, pero sobre todo, con el testimonio de vida: "Había dentro de mi como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos. Me esforzaba por contenerlo y no podía" (Jr 20,9)
Hoy se necesitan hombres y mujeres de fuego, tan llenos de Jesús y de su Amor, que sean instrumentos del Espíritu Santo y construyan con El la "Civilización del Amor". Sólo el Fuego, sólo el Amor, puede tocar los corazones y transformar la vida de los seres humanos. Teniendo Fuego, viviendo llenos de Amor, los resultados nos dejan admirados porque superan todos nuestros cálculos. Sin el Fuego, sin el Amor, podremos tener los instrumentos más sofisticados, las técnicas más avanzadas, los medios más poderosos... pero lograremos poco o nada. Advertiremos que hemos trabajado mucho y hemos logrado poco.
Jesús dijo muy claramente: " Sin Mi no podéis hacer nada "Es como si nos dijera: Si no tenéis al Espíritu Santo, si os falta su Fuego, no lograréis nada.
Conclusión: Vivamos abiertos al Espíritu Santo, permanezcamos bajo su Sombra, pidámosle sin cesar que nos llene de su Amor. Así seremos personas ardientes y el Fuego nos hará santos, muy buenos instrumentos suyos.

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