San José se merece que todos los creyentes en Jesús le
tengamos una devoción especialísima ¿Por qué? Porque él, además de consagrarse
por entero al Hijo de Dios, colaborando de lleno en la historia de la salvación
como padre, apoyo y guía de Jesús y como esposo, amoroso y
solicito de la virgen María, nos ha dado los tesoros más grandes y
valiosos de todos: a Dios hecho hombre y a nuestra Madre, la virgen María.
Por estas dos razones poderosas, todos y cada uno de los bautizados
hemos de amar e imitar "al santo de los santos" convencidos de que
nadie nos puede ayudar ¡como él! a aprovecharnos de Jesús, a conocerle en
profundidad, a vivir en íntima y gozosa comunión con él.
El corazón, el alma y la vida de San José estaban centradas en
cuidar, educar a Jesús y facilitarle el que llevara a cabo su obra de
salvación, amando tierna y apasionadamente a su esposa, la virgen María. Desde
el principio hasta el final, todo su afán fue vivir por y para Jesús y la
Virgen María. Esta dedicación que tuvo a la Familia de Nazaret, la sigue
teniendo - desde el Cielo- con la Iglesia, con todos y cada uno de los
bautizados. Lo que ahora hemos de hacer todos es encomendarnos diariamente a el,
buscan do que nos enseñe a vivir unidos a Jesús, a amar de verdad a la Virgen
María, a ser obedientes y disponibles a Dios al estilo de el.
Este patriarca, por su fe y disponibilidad, es llamado - con
todo derecho - el Abraham del Nuevo Testamento. En silencio vivió, pero su vida
habló mejor que todos los discursos. Sus cualidades y vida
entera las dedicó a Jesús, con un amor y dedicación
inigualables. "San José - dice san Agustín - es verdadero
padre de Jesús, aunque no en el sentido biológico, sino porque nadie ha amado a
un hijo como él. Es más padre que todos los padres"
Hoy más que nunca, hemos de valorar y agradecer la presencia y
dedicación de San José, su entrega personal, su influencia masculina-paternal,
el aporte admirable en la vida de Jesús, el inmenso cariño que le manifestó
todos y cada uno de los días, su colaboración, callada pero admirable, en la
obra salvadora de Jesús.
San José quiere favorecernos, protegernos, ayudarnos a vivir el
tesoro de nuestra fe ¿Sabremos aprovecharnos de San José, invocándole en todas
nuestras necesidades?
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