miércoles, 22 de junio de 2011

"El fuego me quema dentro"

Era joven. Tras un encuentro personal con JESUS, y llevar una vida de oraciòn, de continua reflexiòn, empezò a sentir la necesidad de compartir el Amor que èl habìa recibido. Era tan fuerte, tan irresistible ese Amor dentro de èl, que, con toda sencillez y espontaneidad, decìa: "El fuego me quema dentro". Los que no le conocìan pensaban que era una manera de llamar la atenciòn, una simple ocurrencia o una frase romàntica. Pero, esa confidencia se hizo realidad, ya que terminados sus estudios y con un tìtulo universitario en sus manos, decidiò marchar al Africa. Querìa entregar su vida, compartir su Fe, sirviendo, ayudando a los màs pobres. Tenìa todo: dinero, comodidades, un futuro prometedor. Movido por el Amor, aceptò otra clase de vida, hacièndose todo para todos. Pasaron los meses, los años y èl decìa a sus familiares y amigos: "¡No hay nadie màs feliz en el mundo que yo !"
Esta historia se repite, una y otra vez, continua e ininterrumpidamente. Jesùs sigue conquistando y enamorando corazones. Aunque esa increible y estupenda noticia no aparezca en los medios de comunicaciòn social, es la Gran Noticia de Dios, la que hace cosas grandes, las màs hermosas que podamos imagi-nar.En todas las naciones, sean Iglesiasdel primer mundo o comunidades cristianas que acaban de nacer, el Espìritu Santo sigue manifestando la fuerza arrolladora, poderosa e incontenible del Amor, poniendo en marcha a jòvenes y a no tan jovenes,incluso a familias enteras,enviàndoles a anunciar a Jesùs, a llevar la Mejor Noticia a todos.
¿ La explicaciòn ? "El Amor me quema dentro " Seamos casados o solteros, sanos o enfermos, niños, jòvenes o ancianos, si el Espìritu Santo "toca nuestro corazòn" el Amor nos hace misioneros. Imposible tener Amor y no ser misioneros.
"El Amor no puede estar inactivo" Lo decìa y lo repetìa un especialista en el Amor: San Agustìn. Si valoramos y agradecemos el Amor que nos regala generosamente el Espìritu Santo, experimentaremos la necesidad, gozo sa e incontenible, de compartir esa experien cia con cuantos màs podamos.
El Amor, si es verdadero, es contagioso. Si Jesùs es el Amor de nuestra vida personal, queremos que todos lo tengan. No podremos dejar nuestra casa,salir a paises extra ños, pero compartiremos nuestra fe, nuestra vivencia de Jesùs con cuantos màs podamos con nuestro testimonio y vida , incluso, inventando modos de anunciar a Jesùs, buscando que todos le conozcan y le amen. Què felicidad la nuestra si conquistados y enamorados por Jesùs, podemos decir,con sencillez y gozo: ¡ El Amor me quema por dentro. Necesito compartirlo con todos !

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