" Desde que conocì que Dios me ama, soy el hombre màs feliz del mundo"
¿Quièn dijo esta frase tan sencilla como hermosa ? ¿ Un santo? ¿Alguien que querìa llamar la atenciòn y hacerse famoso ?
Esta confesiòn, sincera y pùblica, la hizo Narciso Yepes, un famoso guitarrista, un mùsico de fama internacional, pero sobre todo, un hombre de fe, un catòlico practicante. Con pocas palabras supo decir lo que èl vivìa. Dios, para èl, era una experiencia personal, una vivencia amorosa y gozosa.
Su fe era vida y su vida era amor. Gozaba tanto de saberse amado por Dios que lo publicaba, no sòlo ante los periodistas y medios de comunicaciòn social, sino con su testimonio de vida. Estaba convencido de que todos tenìan que saber el secreto de su felicidad, ya que no eran los aplausos que recibìa en todos los escenarios del mundo, en los que hacìa gala de su virtuosismo como guitarrista genial; no por los innumerables premios y condecoraciones que recibìa de autoridades y asociaciones musicales y todavìa mucho menos por los contratos millonarios que le ofrecìan... sino sòlo ¡ por saberse amado por Dios ! Lo decìa porque lo vivìa. Le salìa de adentro. Querìa que todos lo supieran y se animaran a dejarse amar por Jesùs, gozando siempre de su amor. Este era el secreto de su vida. El necesitaba hacèrselo saber a todos.
Este genial artista nos recuerda a todos que : nuestra fe en Jesùs es vida de amor y fuente de gozo. El vivìa lo que Jesùs nos mandò : " Permanezcan en mi amor. Esto se lo digo para que mi alegrìa estè dentro de ustedes y su alegrìa sea verdadera " ( Jn 15,11 )
Es el Espìritu Santo el que nos concede el don de la Sabidurìa. Este don nos capacita para " saborear " a Dios y todo lo que se refiere a El, desde las cosas màs simples y sencillas de la vida diaria.
Nuestra Fe hay que vivirla en clave de amor, con gozo y gratitud. Si Jesùs vive en nosotros y nosotros en El, el Espìritu Santo nos llena de Amor y de Alegrìa.
Es verdad que nuestra vida es camino hacia el Cielo, pero, por ser peregrinaciòn por este mundo, tenemos luchas, por dentro y por fuera, enfermedades, tentaciones... pero, si la vivimos con Jesùs, llenos de su amor, nosotros tendremos -dentro de nosotros- una alegrìa tal que nada ni nadie nos la podrà quitar.
Cada dìa, todos los dìas, estamos llamados a vivir unidos con Jesùs. Si nos dejamos guiar por el Espìritu Santo, El nos llenarà de Amor y de Alegrìa.
Lo que viviò Narciso Yepes, lo que èl gozò sabièndose amado por Dios, eso mismo hemos de vivir y gozar tambièn cada uno de nosotros. Si èl lo predicò con su vida, y lo manifestò pùblicamente ¿ No podremos hacerlo cada uno de nosotros, con nuestra vida personal, con nuestro testimonio de cada dìa ? Esto es lo que nos pide Jesùs y todos hemos de sentirnos orgullosos y felices de responder a esa confianza que El deposita en cada uno de nosotros.-por este mundo, es cuesta arriba y tiene mil dificultades y no pocas tentaciones dura, cuesta arriba
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