martes, 9 de marzo de 2010

" Fuego, la iglesia pide fuego "

Hay una canciòn que, una y otra vez, trasmite - con mucha alegrìa  este mensaje : " Fuego, la iglesia pide fuego "

¿Es una forma de hablar ? ¿ Es un mensaje incendiario de la Iglesia, ante un mundo apagado, vacìo y alejado de Dios ?
Nada de eso. La Iglesia, presencia y prolongaciòn de Jesùs en el mundo, no hace màs que proclamar, a tiempo y a destiempo, la enseñanza de Cristo, el Señor.
Fue Jesùs el que dijo  y sigue diciendo, aunque algunos no quieran oirlo: "He venido a traer Fuego a la tierra, ¡ y cuànto deseo que arda "! (Lc 12,49 )

Jesùs vino a traer fuego, el fuego del Amor. Se trata de que ese fuego haga arder nuestro corazòn y trasnforme toda nuestra vida.
Jesùs nos da el fuego de su Amor, para que nosotros iluminemos y calentemos a todos cuantos nos traten o se acerquen a nosotros.
Ese fuego de Jesùs, ese su Amor, es tan poderoso que puede iluminar, calentar ¡ trasformar ! a todos, a los de cerca y a los de lejos, a conocidos y desconocidos.
Sòlo hace falta que, cada dìa, nos dejemos conquistar por Jesùs y le pidamos al Espìritu Santo - con humildad e insistencia que nos haga arder con el fuego de su Amor, porque " el que arde, calienta "
Recordemos siempre, procuremos no olvidarlo nunca, ser discìpulos de Jesùs es involucrarse con El, asumiendo el fuego de su Amor.
Los santos de todos los tiempos, han sido antorchas vivientes, hombres y mujeres de fuego que, por donde pasaban, ardìan, iluminaban, contagiaban el fuego que llevaban dentro. Asì, Jesùs hizo presente su Amor y salvaciòn.
Y si ellos fueron hombres y mujeres de fuego ¿ Por què nosotros no nos animamos a parecernos a ellos ?

1 comentario:

  1. ¡Qué buen artículo! para explicar a jovenes y adultos lo importante de utilizar las nuevas tecnologías para la evangelización.

    ResponderEliminar