martes, 21 de diciembre de 2010

La Estrella de Belén

Dios tiene uha especial predilecciòn por lo pequeño. Lo sencillo, lo pequeño y lo humilde enamoran y conquistan de tal manera el corazòn de Papa- Dios que los valora como magnìficos instrumentos de sus planes de amor y salvaciòn en favor de la humanidad.
No conocemos el nombre de la estrella que guiò a los "magos" hasta el lugar donde estaba el Niño-Dios. Pero podemos afirmar, con toda seguridad, que ella fue ¡ una estrella ! pequeña en tamaño, brillante por su resplandor.
Esta estrella, humilde y silenciosa, aceptaba - con gusto - su pequeñez y le agradaba estar siempre disponible para Dios. Por eso, cuando Dios la eligiò para que fuera guìa, en la noche, de unos hombres que vivìan lejos, muy lejos de Belèn, pero con el corazòn estaban cerca de Jesùs,queriendo encontrarle, la estrellita saliò presurosa a cumplir su misiòn. Brillaba ella en la noche, pero era reflejo del que era la Luz y cuanto màs cerca estaba del que ella era guìa, màs iluminaba y resplandecìa.
Se sabìa chispita de Aquel que era la Luz, por lo que parpadeaba de puro gozo. Cuando cumpliò su misiòn, viendo que los "magos" encontraron al Dios que les buscaba primero a ellos, no quiso regresar a su puesto sin antes hacerle una venia, un homenaje y darle un beso luminoso a Marìa, quien tenìa la luz en su corazòn, en sus brazos.
¡Què bien se entienden los pequeños y los sencillos!
Marìa y la estrella de Belen sintonizan mutuamente, porque ambas son pequeñas y se gozan de depender totalmente de Dios y ser instrumentos suyos. Una es la Estrella de Dios. la que facilitò el que Jesùs viniera al mundo como hombre; la otra, es una lucecita que, en la noche, guiò a los "magos" hasta llevarles a Jesùs.
Vivimos en la noche de este mundo, pero todos estamos llamados a ser unas estrellitas que iluminemos y guiemos a todos hasta Jesùs.
La Virgen Marìa siempre nos precede y nos enseña a ser personas sencillas y humildes, a vivir unidos a Jesùs, que es la Luz, para que nuestra vida sea luminosa y podamos guiar a todos a que encuentren la Luz. Es el mejor servicio que podemos prestar a los seres humanos.
Los "magos" se dejaron guiar por la estrella y encontraron la Luz en brazos de Marìa ¿No es èste un programa, sencillo y apasionante para cada uno de nosotros?

martes, 14 de diciembre de 2010

LA VIRGEN MARIA : NAVIDAD VIVIENTE

Quiero compartirles algo muy simple y sencillo: tengo un cuadrito de la Virgen Marìa. Sì, ya sè que ustedes tambièn tienen no uno sino varios. Les felicito. Pero, " mi cuadrito " es muy especial, un tanto original.
Les advierto que no es ninguna obra de arte. A primera vista se ve que lo ha pintado un aficionado, pero- en el arte de pintar- porque en el arte del Amor es ¡ todo un especialista ! Al menos, asì me parece a mi.
El cuadrito està totalmente lleno de la persona de Marìa. Es tan expresivo, tan bellìsimo que cuando lo contemplas te deja impactado y mudo de emociòn. Sea un niño o sea un adulto, sea un santo o un pecador, esta imagen te habla tan elocuentemente, tan directamente al corazòn, que enseguida comprendes el mensaje que nos da Marìa.
Pero ¿ què contiene ese cuadrito para impresionar y dejarte impactado ? Aparece la Virgen Marìa como muchacha joven, de rodillas, en adoraciòn profunda, centrada por completo en Dios hecho hombre, poseida por El en su corazòn, en todo su ser femenino, mientras ella està asombrada de llevarle en su seno, abultado y rebosante de luz.
Dejènme que les diga. Esta imagen me atrae y me enseña màs que todos los libros. Contemplando a Marìa en esta actitud de adoraciòn y concentraciòn en Dios, hecho hombre, me es fàcil orar, meditar, encontrarme con Jesùs en el mejor sitio, en el santuario màs privilegiado : en el seno purìsimo de Marìa.
Desde esta perspectiva, la virgen Marìa es, con toda verdad, una navidad viviente ¿ Quièn mejor que Ella para enseñarnos a vivir, profunda y provechosamente, el Misterio de Dios tomando nuestra humanidad, compartiendo con cada uno de nosotros su divinidad ?
Recordemos - para nuestro crecimiento y aprovechamiento espiritual - que : Marìa viviò su Navidad primero en su corazòn, aceptando a Jesùs por la Fe, hacièndolo suyo, Vida suya, por el Amor.
Si Papa-Dios ha querido facilitarnos el encuentro personal con Jesùs, en el seno purìsimo de Marìa ¿ No es motivo màs que suficiente para que lo vivamos y lo gocemos " con y desde " Maria ?
San Agustìn, santo y maestro de vida espiritual, nos dice :
" Cristo, a grandes voces, nos llama a que vayamos al seno virginal de Marìa, en donde El se quiso desposar con nosotros, la humanidad "
Aunque no tengamos el cuadrito, sì tenemos el corazòn y la imaginaciòn. Aprovechêmoslos al màximo. Podemos estar seguros de que es la mejor manera para vivir ¡ la mejor Navidad de toda nuestra vida !.-

jueves, 9 de diciembre de 2010

MOTORES TAN PODEROSOS COMO INSUSTITUIBLES

En la Iglesia, Cuerpo de Cristo, hay unos motores tan poderosos como insustituibles. No hacen ruido. No llaman la atenciòn. Funcionan de dìa y de noche. Son tan valiosos como eficaces. Humanamente " inùtiles " ¡ Bendita y gloriosa inutilidad ! ¿ Què serìa de nosotros si ellos no existieran !
¿Cuàles son esos motores tan importantes y decisivos ? Son las personas contemplativas : hombres y mujeres que se han dejado conquistar y enamorar por Jesùs, para consagrarse por entero al bien y salvaciòn de la humanidad.
Suelen vivir en conventos, comunidades masculinas y femeninas, pero tambièn los hay, en menor nùmero, que viven en casas o en ermitas.
Dios, para todos ellos, es LO MEJOR. Es el Supremo Bien, el Manjar por excelencia. La vida contemplativa sòlo se puede entender y vivir, desde el Amor. Los que eligen esta forma de vida han sido elegidos primero por Dios. El programa de vida de estos hombres y mujeres es Dios: vivir con El y para El, por la oraciòn, la lectura y meditaciòn de la Palabra de Dios, el trabajo intelectual o manual, para beneficio de sus hermanos, los hombres, mantenièndose abiertos siempre a cuantos necesiten de su ayuda u orientaciòn.
La vida de estos hombres y mujeres es muy fecunda, aunque aparentemente parezca inùtil o sin sentido. Podemos preguntarnos : ¿ hasta donde llega su eficacia ? ¿ Cuàl es su fecundidad ?
Cuando estemos en el Cielo, nos quedaremos tan asombrados de la eficacia y fecundidad de estos hombres y mujeres que, durante toda la eternidad, no nos cansaremos de alabar y bendecir a la Santìsima Trinidad, Quien ha querido hacer - en ellos y por medio suyo, en nosotros - cosas, grandes y muy hermosas, muy reales y duraderas aunque, mientras estuvimos peregrinando por este mundo, nunca las advertimos ni siquiera las imaginàbamos.
Me acuerdo que preguntaron a un joven que pasaba por delante de un monasterio de personas contemplativas què juicio le merecìan las personas que estaban " encerradas " allì adentro y, le faltò tiempo para decir : ¡Estàn locas !
Para Dios, sin embargo, estos hombres y mujeres son vidas muy hermosas y fecundas, en las que El se complace sobremanera, ya que todos ellos - unidos a Jesùs - son una ofrenda de Amor en beneficio de sus hermanos, los hombres.
Son bienhechores insignes de la humanidad. Son motores que, a travès de sus continuas oraciones y penitencias, inyectan vida y fomentan el crecimiento y santificaciòn de todos los bautizados.
Tambièn son los grandes misioneros que, sin moverse del monasterio en el que viven, son los mejores brazos, los instrumentos màs eficaces que tiene el Espìritu Santo para llevar a cabo sus planes de salvaciòn en el mundo.
La Iglesia, por su parte, elogia, valora y promueve la vida religiosa, sobre todo, la contemplativa, tanto es asì que podrìamos aducir muchìsimos y muy elocuentes testimonios para confirmar cuànto valora y ama a estos " motores tan poderosos como insustituibles " que son las personas contemplativas.
Como botòn de muestra, he aquì un texto muy claro y elocuente : " Los institutos que se ordenan ìntegramente a la contemplaciòn, de suerte que sus miembros se dedican por entero a Dios, en soledad y silencio, en asidua oraciòn y generosa penitencia, mantienen siempre un lugar eminente en el Cuerpo mìstico de Cristo... por mucho que apremie la necesidad del apostolado activo.
Ofrecen a Dios un magnìfico sacrificio de alabanza, ilustran al Pueblo de Dios con ubèrrimos frutos de santidad, lo mueven con su ejemplo y lo dilatan con misteriosa fecundidad apostòlica.
Asì son el honor de la Iglesia y hontanar de gracias celestiales "
Con estas frases tenemos material màs que suficiente para convencernos de la importancia y necesidad de los hombres y mujeres contemplativos. Ellos viven para Dios, pero somos nosotros los que nos beneficiamos. Seamos agradecidos al inmenso bien que de ellos recibimos, orando siempre para que sean cada dìa màs santos y se multipliquen.-

¿ TODAS LAS RELIGIONES SON IGUALES ?

Un autor de nuestros dìas, con mucha sencillez y profundidad, afirma : " Todas las religiones nos acercan a Dios, el cristianismo nos sumerge en el Corazòn de Dios. Mientras las primeras nos dejan en la puerta de Dios, el segundo nos facilita la intimidad personal con Quien nos ha creado y hecho familia suya "
Desde una visiòn humana podemos pensar que "todas las religiones son buenas para ir a Dios" Pero ¡desde Dios! sòlo una es la verdadera ¡La que El ha establecido!
Para ubicarnos en la verdad, para no desorientarnos, es preciso que empecemos por reconocer que - entre Dios y nosotros - hay una distancia tan infinita como infranqueable.
Por ser creaturas,todos, hombres y mujeres, experimentamos dentro de nosotros una necesidad, una exigencia, honda e irresistible: ¡Dios nos atrae!
Somos religiosos por naturaleza.
Cada vez que fomentamos ese deseo, ese impulso que brota de lo màs profundo de nuestro ser, nos acercamos a Dios, nos humanizamos y demostramos que nos queremos a nosotros mismos.
Pero, cuando somos cristianos, es Dios el que se acerca a nosotros, se da a cada uno y nos hace vivir en comuniòn, ìntima y sabrosa con El. ¡Què misterio de Amor, tan increible y fascinante!
La distancia, infinita e infranqueable, desaparece, porque Dios mismo se hace hombre y, como dicen los santos, el hombre se hace Dios, participando de su vida divina.
Todo ello se hace realidad, gracias a Jesùs. Sin El, nos quedamos en el simple mundo religioso. Dios, arriba, el hombre, abajo.
Todas las religiones, las muy antiguas y las màs recientes, las màs admirables y las màs florecientes, son - ¡Recordèmoslo siempre-! un intento, un anhelo, una pretensiòn de uniòn, ìntima y verdadera, con Dios.
Tendràn, ¡ còmo no ! un contacto, màs o menos, grande y profundo, con Dios, pero de ahì no podràn pasar. Dios es inacesible para el ser humano.
Nosotros, por pura bondad y generosidad de Jesùs, tenemos acceso hasta la misma intimidad de Dios- Trinidad, podemos vivir en familiaridad con El, tanto que - si queremos - llegaremos a hacernos uno con El. Si el simple afirmarlo nos causa tanta felicidad ¿ Què no serà el vivirlo, experimentarlo personalmente ?
Los hombres màs religiosos, los màs especialistas en su religiòn alcanzaràn alturas espirituales y lograràn muchos beneficios, pero toda su vida, todos sus esfuerzos se quedaràn en una comuniòn, màs o menos, satisfactoria e, incluso, podràn entrar al Cielo, por haber actuado segùn su conciencia, por haber creido que ese era el camino. Pero, durante su vida, no se aprovecharon de Dios, no pudieron adorar a Dios, en espìritu y en verdad, no pudieron gozar de su Amor, de su intimidad ¡ Les faltò Jesùs !
Ellos tienen muchos valores, semillas del Verbo. Nadie lo puede poner en duda. Pero si hubieran conocido a Jesùs, todos estos hombres y mujeres, habrìan tenido una experiencia personal de Dios, una comuniòn tan sabrosa con cada una de las Tres Divinas Personas, que no sòlo se harìan un bien inmenso a si mismos sino que serìan fuente de bienes y crecimiento espiritual para muchas personas. Podrìan haber sido unos grandes santos.
Nosotros, por haber sido favorecidos con el don de la Fe, el Espìritu Santo nos invita, nos apremia cada dìa, a ser presencia y prolongaciòn de Jesùs, allì donde vivimos y trabajamos. Estamos llamados a ser personas enamoradas de Dios, a vivir cada dìa màs conscientes de que hemos recibido la Luz para ser hombres y mujeres-experiencia personal de Dios, de tal manera que los que nos vean ¡ le vean a El !
Si nos ven simples personas religiosas, podemos tener la seguridad de que ellos, los que todavìa no conocen a Jesùs, preferiràn seguir sus ritos y ceremonias.
Sòlo cuando nos ven reflejando a Jesùs, aprovechados de Dios, disfrutando cada vez màs de su Amor,se animaràn a ser como nosotros.
Esto es tremendamente hermoso y estimulante. Por eso, nunca como hoy, vale la pena vivir con Jesùs.-